EDUCAR POR MEDIO DEL ARTE.

La educación no sólo debe formar especialistas y profesionales que hacen arte para el público, sino formar personas que practiquen actividades artísticas como una forma de comunicación.
Al educar por el arte se promueven ciertas cualidades humanas: el desarrollo de la sensibilidad, de la capacidad de expresar, de investigar, experimentar, transformar, pertenecer, compartir, colaborar y respetar.
Cuando un niño nace trae todo un bagaje de promesas. Dentro de este equipaje están todas sus facultades sensibles, imaginativas, creativas, comunicativas y son precisamente éstas las que pueden desarrollarse con las actividades artísticas: dibujo, pintura, manualidades, etc.
A través de diferentes talleres el niño puede expresarse libremente, crear, disfrutar, jugar, sentir, vivir, experimentando de diferentes maneras.
A través de los talleres vivenciales buscamos desarrollar al máximo los sentidos, resignificando la importancia que tienen en nuestra vida diaria, dándonos un tiempo para sentir, emocionarnos, deslumbrarnos, exteriorizar.
La creatividad, una vez desarrollada, se transforma en una actitud de vida, en una característica de nuestra personalidad, que nos acompaña permanentemente. Es así como operamos creativamente en nuestras relaciones con las personas y el entorno, en nuestros afectos y en nuestras realizaciones, desde las más simples a las más complejas.
Y, como si toda la fundamentación anterior no fuera suficiente, no podemos dejar de resaltar las actividades artísticas como una "excusa perfecta" para fomentar la integración familiar. ¿Por qué no crear tiempos y espacios en nuestro trajinar diario para excursionar en esta área? Podríamos sorprendernos con los resultados.

Día del niño 2010 - Dramatización de "Manuelita" - Educ. Inicial